El género llamado péplum está integrado por películas de temática clásica griega y romana. El nombre de este género fue otorgado por los
críticos franceses a las películas de este tipo, seguramente por la
prenda de vestir griega que solía aparecer en los films y que recibe el
mismo nombre.
El origen de estas películas se remonta al
cine mudo y tiene su mayor esplendor entre los años 50 y 60. Resurge durante
estos años debido a la amenaza que representaba el auge de la televisión frente
al cine.
En el origen de este género, su esplendor
se sitúa en Italia, donde nace como instrumento propagandístico por la
confrontación que había entonces entre el papado y la nueva nación
italiana, que le había arrebatado sus posesiones.
Es por esto que encontramos dos posiciones
distintas en las películas: una de ellas representa a Roma como una
civilización decadente; éstas son las que defendían a la Iglesia, como por
ejemplo, las primeras versiones de "Quo Vadis", Anthony Mann (1951). La otra posición representaba a
Roma como símbolo de civilización frente a la atrocidad y la barbarie, como es
el caso de "Cabiria" de Giovanni Pastrone (1914).
También podemos añadir que, en algunas películas, aparecen otro tipo de tendencias políticas. Tal es el caso de, por ejemplo, "Escipión, el Africano" de Carmine Gallone (1937) donde tiene un papel importante el nacionalismo ( Escipión ha de salvar a su patria del demonio estrangero en forma de general cartaginés). La película está realizada en época fascista e intenta justificar el
colonialismo italiano.
Este tipo de películas también se
populariza en Estados Unidos, donde Hollywood empezará a partir de grandes
presupuestos a representar episodios de la antigua historia romana. Algunas de
las más representativas son "Espartaco" (1960) o "Cleopatra" (1963). Los italianos aprovecharan
los decorados que los americanos dejaban de sus películas para hacer las suyas,
con mucho menos presupuesto consiguieron crear grandes obras, donde el objetivo
principal era el entretenimiento y los personajes eran mayoritariamente
mitológicos, donde el más recurrente era Hércules. El actor más importante se
considera Steve Reeves y la película que se considera la primera
adaptación norteamericana es la versión de 1907 de Ben-Hur.
Es aquí donde Hollywood tiene su época
dorada en el cine histórico, gracias al denominado "Sword &
Sandal", "espada y sandalia", que gozaba de tanto éxito entre
los espectadores de esa época.
Si hablamos de péplum podemos distinguir entre las películas dramáticas o de aventuras, que intentan explicar una historia con cierto rigor histórico o las películas que solamente quieren entretener. El segundo tipo no da tanta importancia a la ambientación o a los contenidos como el primer tipo; éstas, que solamente querían entretener a los espectadores, son sobre todo los más de 100 péplums italianos de las décadas de los 50-60, Estos films se representaban siempre con los mismos actores, los mismos argumentos y decorados y servían como entretenimiento y evasión de los efectos de la guerra que había devastado Europa. Eran denominadas, en aquella época, "Toga Plays" por la prenda que vestían sus protagonistas.
A pesar de estas diferencias estos dos
tipos también tienen características comunes:
El argumento suele basarse en la acción y
la intriga, con una historia de amor de fondo, donde se acaba destacando la
fuerza y valentía del protagonista. Los otros personajes principales suelen ser
muy simples y siempre suelen representar el bien y el mal, por ejemplo, un
héroe noble frente a un malo astuto. Las mujeres normalmente representan un
papel más secundario, en un segundo plano, lo que fue la técnica general del cine mundial y de cualquier género, hasta llegada la época de los 70-80 en que aparecen heroinas como Ripley de "Alien" de Riddle Scott (1979), en el género del terror y la ciencia-ficción.
Otro elemento común en estas películas es
que la historia suele estar modificada respecto su versión original; a veces se
mezclan personajes (o directamente se inventan) y episodios que en realidad no
podrían haber coincidido en el espacio o tiempo representado.
Los decorados de estas películas
pretendían ser espectaculares. Como se le daba más importancia a la espectacularidad
de la ambientación que al rigor histórico, éste quedaba en un segundo plano por
lo que los anacronismos eran frecuentes.
Aunque todas las películas presentan
algunos fallos, siempre aparecen datos reales para poder conocer un poco la
historia.
Las películas de este género suelen ser
adaptaciones literarias de obras de teatro o de novelas históricas. Algunas
adaptaciones de novelas históricas del siglo XIX son "Los últimos días dePompeya" de Mario Bonnard (1959), "Quo Vadis" de Mervin LeRoy (1951) o "Ben-Hur" de William Wyler (1959). En estas películas
se suelen representar las persecuciones de la Iglesia por parte de emperadores crueles como Nerón en el caso de "Quo Vadis". También hay adaptaciones
del siglo XX como la novela "Yo Claudio" (1976) de Robert Graves, que da
lugar a la serie con el mismo nombre, la que obtuvo en su momento la aprobación de crítica y público tanto por su factura como por su rigor histórico.
Por otro lado, las adaptaciones de obras
teatrales suelen ser de comedias de Plauto como "Golfus de Roma" de Richard Lester (1966) o de
Shakespeare con "Julio César" de Joseph L. Mankiewicz (1953), también se adaptaron obras de Bernard
Shaw, como "César y Cleopatra" de Gabriel Pascal (1945).
De todas estas características, podemos
diferenciar el cine ambientado en la antigua Grecia que, aunque tiene muchas
semejanzas con el romano, también tiene elementos que los diferencian. El cine de temática clásica griega
le da más importancia al rigor histórico y a las fuentes. Lo podemos ver en
películas como "Alejandro Magno" de Oliver Stone (2004) o "Ulises" de Mario Camerini (1954). Este tipo de
cine no tuvo el mismo éxito ni desarrollo que el romano, posiblemente por la
falta de temática de interés para el gran público (en las películas romanas
eran las luchas de gladiadores o las persecuciones de cristianos la atracción predominante que llevaba al público a las salas de cine).
Además, se hacía más difícil el desarrollo del género del péplum griego por los problemas con que se encontraban los directores a la hora de adaptar las obrass clásicas griegas.
Además, se hacía más difícil el desarrollo del género del péplum griego por los problemas con que se encontraban los directores a la hora de adaptar las obrass clásicas griegas.
A pesar de todo esto, se pudieron adaptar
cinematográficamente tragedias griegas, respetando su veracidad, pero no tuvieron demasiado éxito de público y, por lo tanto, no dieron dinero a la industria, por lo que se dejaron de realizar durante una larga temporada hasta casi la actualidad con el renacimiento del péplum.
Por todo lo dicho, podemos afirmar que en el género del péplum se da más importancia al tema comercial y económico que a la voluntad de contar una historia real o basada en una obra de ficción original.
Los espectadores buscan asegurarse de la
calidad de la película que van a ver y una buena forma de saberlo es por los
premios que ha recibido. Uno de los premios más importante es el Oscar. Varias
películas de este género lo han recibido como: "Ben-Hur" (1959) con 11,
"Espartaco" (1960) con 4, "Quo Vadis" (1951) con 8 nominaciones, "Cleopatra" (1963) con 4 o
"Gladiator" (2000) con 5 . Los principales reconocimientos son por la fotografía o
el diseño y vestuario.
A partir de la década de los 60 las
películas de este género empiezan a disminuir drásticamente a causa del
agotamiento del genero péplum. La película que es considerada la última de este
tipo es "Hércules, Sansón, Maciste y Ursus" de 1964, aunque el género
sobrevivió en algún caso en el cine popular.
El género volvió a renacer a partir del
año 2000 con una gran película; "Gladiator" de Ridley Scott (2000).